Cuando en 1937 la Luftwaffe buscaba un futuro sustituto para el famoso Messerschmitt Bf 109, el jefe de diseño de Focke-Wulf Kurt Tank, ofreció un modelo revolucionario y avanzadísimo tecnológicamente. Destacaba su motor radial, algo estrafalario para la época y que contrarió al Ministerio del Aire alemán, pero que finalmente aceptó debido a la escasez de motores en línea.
Tank se empleó a fondo: optimizado al máximo aerodinámicamente, equipado con multitud de sistemas eléctricos automáticos, el pájaro "exterminador", como él lo llamaba, representaba lo último en interceptor de combate cuando apareció en 1942. Superaba con creces a su homólogo inglés, el Spitfire V, y fue un quebradero de cabeza para la RAF hasta que aparecieron modelos equivalentes en el bando aliado.
El capitán Eric Brown fue uno de los pocos pilotos británicos que pilotó un Fw 190. Ésta es su historia y la del "pájaro exterminador" de Kurt Tank. Este relato es una traducción de un artículo suyo publicado en el ejemplar de octubre de 2000 de Flight Journal bajo el título "Flying Fw 190, Kurt Tank's Butcher Bird". |