El Kommandogerät del motor BMW 801 era una suerte de "cerebro" electromecánico que controlaba automáticamente el flujo de combustible, el ajuste de mezcla, el paso de la hélice, el avance del encendido, las revoluciones del motor y seleccionaba la potencia del sobrealimentador. Desarrollado por BMW, era un precursor de lo que actualmente todos los aviones de combate equipan en forma de múltiples cerebros electrónicos. La idea era que el piloto sólo se ocupara del gas, los controles básicos y las armas para combatir. Y era una idea revolucionaria que no estuvo exenta de problemas. El propio Kurt Tank lo contó en una entrevista concedida en 1975.
Diagrama de BMW que muestra el funcionamiento del Kommandogerät
"Consistía en un dispositivo muy ingenioso destinado a librar al piloto de preocuparse por la relación óptima entre la altitud y el flujo de combustible, el ajuste de la mezcla, el paso de la hélice, el avance del encendido, las revoluciones del motor y la selección de la velocidad correcta del sobre alimentador. El piloto simplemente movía un control (el gas), y en teoría el Kommandogerät hacía el resto. Y digo en teoría, porque al principio, el dispositivo no funcionaba bien del todo. Tenía muchos defectos. Uno de los más desconcertantes era el corte automático más bien violento de la alta potencia del sobrealimentador cuando el avión ascendía a través de 8.700 pies (2.650 metros).
En una ocasión estaba realizando pruebas con una de las primeras versiones del Fw 190 que incluían un rizo a mediana altitud. Justo cuando estaba cerca de la parte más alta del rizo, en invertido y a baja velocidad, pasé a través de 8.700 pies, y la velocidad alta del sobrealimentador se interrumpió con una sacudida. El cambio súbito de par metió en barrena al avión tan rápidamente que me desorienté por completo. Y, como había una densa neblina que cubría el suelo y mi horizonte estaba bloqueado, no tenía forma de conocer mi posición. Así, no podía saber si estaba en una barrena normal o invertida. Después de una considerable pérdida de altura, conseguí recuperar la barrena. Pero el incidente me hizo recapacitar. Tan pronto como aterricé, telefoneé a BMW. Les dije que si no conseguían arreglar el motor y su terrible Kommandogerät, ¡pondría todo mi empeño en que ninguno de sus motores se instalara en el Fw 190!. Finalmente el Kommandogerät funcionó, y funcionó muy bien, pero eso requirió de mucha presión por nuestra parte." |