| Pero   esto no es todo. Lo que es cierto para la totalidad del avión, es cierto también   individualmente para su ala izquierda y su ala derecha. Durante el vuelo   normal, cuando una ala del avión se inclina hacia abajo, encuentra de ese   modo un colchón de nueva sustentación que tiende a detener el movimiento hacia   abajo; y al mismo tiempo la otra ala, yendo hacia arriba, reduce su sustentación   y de ese modo evita ascender más. Este efecto denominado de “amortiguación   lateral” es un importante factor siempre presente, que ayuda mucho a hacer que   nuestros aviones tengan un comportamiento lateral estable y benigno, cuando a   primera vista uno podría esperar inestabilidad, como en las canoas.  Un piloto comprendería   claramente este efecto. Lo que causa el colchón extra de sustentación no es el   hecho de que el ala esté abajo, sino el hecho de que se está moviendo hacia   abajo. El movimiento hacia abajo causa un Viento Relativo que sopla hacia   arriba; en la punta del ala, donde el movimiento hacia abajo es más brusco, el   Viento Relativo ascendente es también bastante fuerte. Un alumno puede entender   esto mejor en tierra, estirando sus brazos como si fueran alas, y ladeándolos   rápidamente arriba y abajo: notará el Viento Relativo resultante en las palmas y   en los dorsos de sus manos. Cuando el Viento Relativo dirigido hacia arriba,   debido al movimiento hacia abajo del ala, se combina con el Viento Relativo   dirigido hacia atrás debido al movimiento hacia delante del aeroplano, resulta   entonces  un Viento Relativo total que   sopla ligeramente hacia arriba oponiéndose al movimiento hacia abajo del ala.   Así, siempre que un ala se mueve hacia abajo, incrementa su propio Ángulo de   Ataque. Este Ángulo de Ataque extra genera una sustentación extra; la   sustentación extra tiende a detener el descenso del ala. Tan pronto como el ala   detiene su movimiento hacia abajo, sin embargo, todo efecto desaparece; lo que   no provoca que el ala vuelva a su posición inicial. Por tanto esto no estabiliza   el avión, no tiende a restaurar las condiciones normales de vuelo; eso se   produce por otros efectos, que serán discutidos más tarde en este libro. El   efecto discutido aquí simplemente “amortigua” los movimientos del avión,   haciéndolo tranquilo, menos nervioso y sensible, menos preparado para el alabeo,   y por lo tanto mucho más fácil de controlar.  Pero, una vez el aeroplano entra en   pérdida, ¡el efecto se vuelve contrario!. Cuando un ala va hacia abajo y   entonces se incrementa el Ángulo de Ataque, no encuentra un colchón de   sustentación suplementaria, sino que por el contrario destruye aún más su propia   sustentación y mantiene su tendencia a ir hacia abajo. Al mismo tiempo la otra   ala, yendo hacia arriba, reduce su Ángulo de Ataque y puede mantenerse por sí   mismo fuera de la pérdida, ganando sustentación, ¡y manteniendo sus tendencia a   irse hacia arriba!. De esta forma, un avión en pérdida es lateralmente inestable   y no amortiguado; cuanto más cae una ala, más quiere caer.  Esta es la razón por la que una pérdida   se convierte en una barrena. Ambas alas entran en pérdida. Una se hunde hacia   abajo; yendo hacia abajo entra en pérdida todavía más, por lo que sigue bajando   y se sigue manteniendo en la pérdida. Al mismo tiempo, el otro ala incrementa su   sustentación, se va hacia arriba y consigue todavía más sustentación. Los   ingenieros llaman a este proceso auto rotación. Deja que ocurra en un   aeroplano en vuelo; deja a la fuerza centrífuga hacer su trabajo, añade los   efectos de las diferentes magnitudes de resistencia aerodinámica en las dos   alas, y obtendrás ese movimiento conocido como barrena. |