LA SALA DE BOMBARDEROS
 
 
     
 

Las máquinas más destructivas de la historia militar mundial están en este hangar. Son aviones impresionantes en muchos casos, pero tristemente devastadores. Nunca he sido un amante de los bombarderos, en parte por su fuerza indiscriminada, pero fuera de toda discusión, aeronáuticamente son naves impresionantes que llevaban a bordo auténticos equipos de tripulantes.

CONSOLIDATED B-24-L 20-FO LIBERATOR

El Liberator (Liberador) fue el bombardero más importante numéricamente de la fuerza de bombardeo diurna aliada. Concebido como bombardero a gran altitud, su ala de gran eficiencia diseñada y patentada por David Davis le confería una gran autonomía.

Aunque fue el más producido (18.500 unidades), quedó levemente eclipsado por el robusto Boeing B-17. El B-24 se ganó la reputación inicial de sobrecalentar sus motores, y aunque su construcción ligera le permitía una gran carga útil junto con una excelente autonomía y buena velocidad, se granjeó la fama de poca resistencia a los daños enemigos. Las tripulaciones preferían volar en el resistente B-17, con el convencimiento de que les llevaría de vuelta a casa fuera cual fuera el castigo que recibieran. Los números, no obstante, no respaldan esa creencia, porque el B-24 ostenta una tasa de pérdidas por misión inferior al B-17.

Consolidated B-24L Liberator

Además, el B-24 fue un excelente avión de patrulla antisubmarina y permitió al Mando Costero británico “alargar su brazo” y perseguir a los U-Boot en una gran parte del Atlántico.

De diseño más avanzado, incorporaba avances como las alas “húmedas”, en las que la misma estructura alar sellada con Duprene contenía el combustible sin la necesidad de depósitos interiores, compuertas de bombas correderas que evitaban la resistencia y las turbulencias derivadas de su apertura, y sobre todo, el ala patentanda por el aerodinamicista David Davis, con una alta relación de aspecto (una cuerda pequeña con respecto a la envergadura) y óptima para grandes velocidades a gran altitud.

De esta manera, con mayor carga útil y autonomía, el B-24 superaba al B-17 en casi todo excepto en una cosa: su estética estaba por debajo de la del Boeing y lucía peor en las fotografías.

AVRO LANCASTER 1

El Lancaster preside el hangar de los bombarderos. El bombardero inglés más exitoso, después de los Halifax, Hampden, Wellington, refleja el estado de la tecnología británica de aquellos años: motores en línea Rolls Royce en vez de radiales y diseños funcionales poco aerodinámicos. El Lancaster es incluso más feo que el B-24, pero fue un buen bombardero. Y nació de un fracaso: el del Manchester, un bimotor que fue presa de un motor nefasto, el Rolls-Royce Vulture, un monstruo de 24 cilindros en X resultado de la unión de dos Kestrel de 12 cilindros. Ese propulsor nunca entregó la potencia prevista y era tan poco fiable que sepultó el proyecto Manchester. Su rediseño completo con cuatro motores y la sustitución del Vulture por el Merlin dio paso al Lancaster, el bombardero inglés más importante de la Segunda Guerra Mundial.

Avro Lancaster I. La leyenda reza: "Ningún avión enemigo sobrevolará el territorio del Tercer Reich. Hermann Göering"

Los Lancaster se hicieron famosos por su ataque a las presas del valle del Ruhr con bombas especiales diseñadas para rebotar sobre la superficie del agua, idea del ingeniero Barnes Wallis.

Fue la espina dorsal de la fuerza de bombardeo de la RAF durante la campaña nocturna de hostigamiento emprendida desde 1943 hasta 1945. Los B-24 y B-17 bombardeaban de día, y los Lancaster, Halifax y Wellington de noche. Uno de los exponentes más tristemente célebres de esa campaña de bombardeo fue el ataque a la ciudad de Dresde durante la noche del 13 al 14 de febrero de 1945, iniciado por dos oleadas de 805 Lancasters espaciadas en tres horas, y que sin oposición alguna destruyeron completamente la ciudad.

Este ejemplar fue entregado al escuadrón 83 de bombardeo de la RAF en Scampton en junio de 1942 y estuvo operativo durante toda la guerra. Fue entregado a Hendon en 1972 después de permanecer expuesto en la base de Scampton durante muchos años. Había estado en activo hasta 1947.

BOEING B-17G FLYING FORTRESS

El B-17 es sinónimo de bombardero de la Segunda Guerra Mundial. Es el más fotogénico, el más famoso, el que ha aparecido en más películas y se ha convertido en el icono de la campaña de bombardeo diurno que los norteamericanos llevaron a cabo desde Inglaterra sobre Alemania y los territorios ocupados.

Boeing B-17G, Fortaleza Volante.

El B-17 nació de una aventura privada de Boeing que pretendía cubrir las especificaciones de la circular 35-26 del Cuerpo Aéreo del Ejército. Con la liquidez que proporcionó a la compañía el éxito del avión comercial Boeing 247, se aventuró a construir un bombardero sobre el concepto del 247 y empleando elementos del super-bombardero XB-15, un avión de proporciones gigantescas que Boeing tenía en el tablero de dibujo. De esta forma, en julio de 1935 despegó el prototipo del B-299. La circular 35-26 especificaba que el avión de bombardeo debía ser multimotor, pero no detallaba el número de motores. En aquella época ninguna fábrica había producido un avión de cuatro motores, así que a la competición por el contrato sólo se presentaron bimotores excepto en el caso de Boeing. Inmediatamente se constató que el avión rebasaba en mucho las especificaciones requeridas en la 35-26, y el B-299 se convirtió en el favorito. Pero su desarrollo fue costoso y no estuvo exento de problemas. En varias ocasiones el contrato estuvo a punto de ser cancelado. Dos accidentes nublaron su desarrollo, y después del segundo, el congreso norteamericano decidió encargar también 253 Douglas B-18, el inmediato competidor del B-299, como medida de precaución. Pero con la situación política en Europa deteriorándose rápidamente, el programa se mostró como necesario y continuó. Con motores sobrealimentados, que aumentaron las prestaciones espectacularmente, y la instalación de la sofisticada mira de bombardeo Norden, un mecanismo genial y ultra-secreto, el renombrado B-17 se convirtió en el bombardero estandarte de la Fuerza Aérea estadounidense.
 
El B-17 era un avión con unas buenas características de manejo, fiable y muy resistente a los daños. Conservaba todavía el tren clásico (con rueda de cola), que pronto desaparecería en los aviones de gran tamaño.

NORTH AMERICAN TB-25J MITCHELL

En 1938 soplaban vientos de guerra en Europa y el ejército americano era consciente de que había que rearmarse lo antes posible por precaución. Un de los requerimientos de nuevos aviones lo formalizó en la circular 98-102 que requería un diseño de bombardero bimotor medio. North American Aviatión Inc., la futura constructora del Mustang, compitió con este modelo. El prototipo original, el NA-40-1, era un bimotor de ala alta y cabina en tándem, que sobresalía del fuselaje. En el segundo prototipo, el NA-40-2, los motores Pratt & Whitney fueron sustituidos por Wright Cyclone de 1.350 HP y enseguida el aparato impresionó al ejército por sus prestaciones. Sin embardo, se solicitaron varias modificaciones que obligaron a rediseñar el avión. Se modificó la cabina ensanchándola y colocado a los pilotos lado a lado, se bajó el ala hasta una implantación media, y se rediseñó la cola y las góndolas de los motores. El bombardero mejoró su aerodinámica y era capaz de cargar el doble de peso en bombas de lo requerido originalmente. La denominación fue la de NA-62.

North American B-25J Mitchell

Cuando el NA-62 fue aprobado, el 10 de septiembre de 1939, la guerra en Europa ya había comenzado, y enseguida se realizó un pedido urgente de 182 NA-62, designados como B-25.

De hecho, cuando se produjo el ataque de Pearl Harbor era, junto con las versiones primitivas del B-17, de los pocos aviones modernos de los que disponía la fuerza aérea americana. Quizás por eso se concibió con ellos el primer bombardeo sobre Tokyo, realizado desde portaviones con B-25 aligerados y aterrizando en China, comandado por el general Doolittle.

El General Billy Doolittle con su tripulación y su avión (Foto: USAF).

El B-25 fue un bombardero medio rápido y moderno, que actuó durante toda la guerra en Europa y el Pacífico, y que cumplió eficazmente sus cometidos.

El ejemplar de la foto es un B-25J, la versión más moderna del Mitchell, y se construyó en Kansas en septiembre de 1944, se utilizó en labores de entrenamiento en USA y fue retirado del servicio en 1959. Fue convertido en avión de bomberos hasta 1969, cuando fue comprado por la Paramount Pictures para su uso en películas, misión que no fructificó. En 1972 fue vendido a la David Tallichet's Military Aircraft Restoration Corporation. En 1978 fue uno de los cinco aviones que participaron en la filmación de la película “La calle del adiós” (“Hannover Street”), protagonizada por Harrison Ford. Para ello realizó un vuelo transatlántico desde USA a Luton, en Inglaterra. Después de finalizar la película, el avión fue vendido a la Doug Arnold's Warbirds of Great Britain collection, que lo cedió a Hendon en 1982.

VICKERS WELLINGTON X

El Wellington era un bombardero anticuado cuando empezó la Segunda Guerra Mundial. Diseñado a principio de los años 30, su recubrimiento de tela revelaba su pertenecia a otra época. Sin embargo, se produjo durante toda la guerra y tuvo una actuación destacada. La razón principal fueron sus respetables prestaciones debido a su ligereza y robustez de construcción. El Wellington utilizaba un método constructivo novedoso creado por el ingeniero Barnes Wallis. La estructura del fuselaje y las alas se componía de un entramado de rombos simétricos recubiertos de tela. Wallis lo llamaba la construcción “geodética”. En este tipo de estructura, cualquier esfuerzo aplicado sobre ella se reparte de forma homogénea por todo el entramado, de forma que la resistencia aumenta notablemente. El resultado es una construcción ligera muy resistente a la flexión y a la torsión. El Vickers Wellesey ya había sido construido de esta forma con cierto éxito.

Fuselajes de Wellington mostrando su estructura "geodésica"

El 15 de junio de 1936 voló el primer prototipo, y tras comprobarse que sobrepasaba las especificaciones requeridas, se construyó un segundo con múltiples modificaciones que resultaría ser el primer Wellington de serie.

Se construyeron 11.461 Wellington desde 1937 a 1945, y actuó en Inglaterra, en Italia, en Birmania y en el norte de África. También voló para el Mando Costero británico.

Vickers Wellington X

El ejemplar de Hendon es el único que se conserva entero en el mundo. Como curiosidad, en 1954 participó en el rodaje de la película “The Dam Busters”, que relataba la preparación y ejecución de la misión “chastise” (“castigo”), que la RAF completó en 1943 para bombardear las presas de la cuenca del Ruhr que producían energía eléctrica y agua potable estratégicas para la industria alemana. El bombardeo se realizó con Lancasters, y el Wellington se utilizó para contener las cámaras que filmaban los cuatrimotores.

Se cedió a Hendon en 1971.